martes, 19 de marzo de 2013

JAEN QUEŔIDO


conociendo jaen

A pesar de los miles de kilómetros de distancia que separan el Jaén español y el peruano, son numerosas las similitudes entre ambas provincias y ciudades que van más allá de la misma de nominación. Durante diez días, una expedición de Diario JAEN, encabezada por su director, Juan Espejo, se ha sumergido en la realidad de la provincia peruana con el objetivo de desentrañar las claves de esta tierra situada a miles de kilómetros. El rotativo provincial asume así como reto de este mes de julio establecer ser canal de comunicación entre ambas poblaciones cuyo destino está unido por cuatro letras: Jaén.  Rafael Casas, Juan Espejo, Ángel González - Enviados especiales al Perú

Provincia ubicada en el nororiente peruano
La provincia de Jaén es una de las trece con las que cuenta el departamento de Cajamarca. Esta  división administrativa se asimila a lo que en España conocemos como comunidades autónomas. Así, Cajamarca es al Perú lo que Andalucía a España. Está ubicada en el nororiente peruano. La provincia limita al Norte con la  de San Ignacio; al este, con el departamento de Amazonas; al Sur, con la provincia de Cutervo; al Oeste con el departamento de Piura y al Suroeste, con el departamento de Lambayaque. La extensión provincial es de 5.232 kilómetros cuadrados, un 15,4% del total del departamento de Cajamarca. Está dividida en doce distritos, que son Jaén de Bracamoros, Bellavista, Chontalí, Colasay, Huabal, Las Pirias, Pomahuaca, Pucará, Sallique, San Felipe, San José del Alto y Santa Rosa. Los distritos son asimilables, desde un punto de vista administrativo, a los  municipios españoles. En total, la provincia registra una población aproximada de 180.000 habitantes, por lo que cerca de la mitad, unos 87.000, vive en la capital.

La ciudad en la que siempre es verano  
Jaén de Bracamoros es la capital de la provincia del Jaén peruano  y se encuentra ubicada en la selva alta. Su altitud es de 729 metros sobre el nivel del mar y la superficie del distrito es de 537 kilómetros cuadrados. Cuenta con una población aproximada de 87.000 habitantes. Dos aspectos destacan especialmente de su población: su juventud, ya que el 42,6% es menor de quince años, y el peso del ámbito rural, con un 30,8%.  El gentilicio de los nacidos en esta tierra es jaeno y jaenense. La ciudad es zona de tránsito, ya que es paso obligado  entre la selva y la costa. Esto ha implicado que se trate de una población en la que confluyen gentes de múltiple procedencia y que se desdibuje su identidad propia, debido al mestizaje de culturas y tradiciones de quienes residen en su territorio. En cuanto al clima, es cálido durante todo el año. Tiene fama de ser una de las ciudades más calurosas del país. A pesar de esas altas temperaturas, hay dos periodos de lluvias, en los meses de septiembre y de febrero, y las precipitaciones pueden llegar a ser, en esas fechas, especialmente intensas.  



Peso importante del sector primario
Al igual que el Jaén español, el peruano tiene una clara dependencia económica del sector primario, en el que destacan las plantaciones de café, arroz y cacao. Los dos primeros conforman el 65% del área cultivada. La ganadería, por su parte, se desarrolla en toda la provincia. Se determina, básicamente, por la crianza de ganado vacuno, ya que el porcino, el caprino, el ovino y las aves se dedican al autoconsumo. Asimismo, y debido a su ubicación y a tratarse de la segunda ciudad más importante del departamento de Cajamarca, el ámbito comercial y de servicios también posee un significativo peso específico. Por el contrario, la industria es al menos desarrollada. Conscientes del importante potencial turístico, comienzan a desarrollarse iniciativas para la puesta en valor de los atractivos jaenos, especialmente los vinculados al entorno natural. El sueldo medio de los trabajadores jaenenses se sitúa en torno a los 600 soles —alrededor de 170 euros al cambio—.

Descendientes de los bravos pakamuros

Diversas tribus se asentaban en el pasado en tierras jaenas. No había predominio de unas sobre otras y entre las más conocidas estaban los pakamuros o bracamoros, huambisas y aguarunas. Los estudios de investigación realizados apuntan a que dichas tribus fueron una sola familia, la de los jíbaros, y se fundamentan en similitudes de costumbres, lenguas, historias, cuentos, mitos y artesanía. En la época incaica, fueron varios los intentos frustrados de conquista de los bracamoros —de ahí su apelativo de bravos—. Se les describe como indios de características físicas fuertes y de espíritu independiente, belicosos y emprendedores, que fueron una gran preocupación para los incas, que pretendían someterlos, pero no lo consiguieron. Por medios pacíficos sí ejercieron una importante influencia y se extendieron por toda la provincia. De hecho, la palabra Bracamoros, con la que se denomina a la ciudad, proviene del quechua, en la que significa indios “pintados de rojo”, en referencia a esta tribu.

Un jaenense como fundador

El capitán Pedro Vergara fue el primero de los conquistadores españoles que entro en la zona nororiental. Se le considera descubridor de la región de las tribus de los pakamuros, a los que llegó a dominar, según las crónicas, debido a su pericia militar. El antecedente de Jaén de Bracamoros se encuentra en el capitán Juan Porcel, quien fundaría en estas tierras la ciudad de Nueva Jerez de la Frontera. Posteriormente, llegaría el capitán jiennense Diego de Palomino y le cambiaría el nombre inicial y lo sustituiría por el de su tierra natal, en el año 1549.  Algunos estudios apuntan a las rivalidades entre Porcel y Palomino, lo que explicaría que el segundo obviara el nombre inicial y decidiera bautizar esta tierra con uno que hiciera referencia a su procedencia jiennense. En abril de 1549 plantó la cruz en lo que sería la Plaza de Armas, trazó las calles y asignó solares a 26 colonos o futuros pobladores, de lo que dio cuenta a Pedro de la Gasca —pacificador que autorizó a Palomino a cometer la empresa— al Consejo de Indias el 21 de septiembre del mismo año. Al parecer, el nombre que se dio a la ciudad recién fundada fue Jaén de Bracamoros, aunque se apunta que en realidad recibió el nombre de San Leandro de Jaén. Palomino vería cierto parecido entre la ciudad española y estas tierras para darle la denominación. Se le unió el nombre de Bracamoros para perpetuar el nombre de la principal tribu aborigen de la región. Un hecho destacable es que la ciudad inicial se encuentra en Yuramarca o Juramarca, a unos 80 kilómetros del Jaén actual.

Una ubicación decarácter cambiante
Para comienzos del siglo XVII, la ubicación de la primitiva ciudad de Jaén de Bracamoros se había mudado hasta en cuatro ocasiones. Se estableció definitivamente en el valle de Tomependa, al norte de la confluencia del Huancabamba en el Marañón. Jaén de Bracamoros se convirtió en un centro clave para la realización de una importante labor misionera y cabeza de un corregimiento cuya provisión estaba reservada al Consejo de Indias. La industria de la fragua para forjar metales fue la más importante, con la confección de machetes y hachas de gran utilidad en una región con amplia vegetación. El último traslado de la ciudad, hasta su ubicación actual, se produjo a comienzos del siglo XIX. El lugar escogido fue el frondoso valle y río Amojú.

Proclamación de la Independencia
El 4 de junio de 1821 es clave en la historia de la ciudad. Ese día se proclamó la independencia de España, una mes antes de la del Perú, por lo que se la considera, junto a Trujillo, una de las ciudades cuna de la perunidad. El cambio político, con Juan  Antonio Checa como gobernador y el párroco Juan Francisco Garay como principales valedores, se produjo en medio el fervor patriótico y el contento general. La gobernación de Jaén respaldó la independencia de Trujillo y proclamó su suya propia de España y de la Real Audiencia de Quito, bajo el principio jurídico de Libre Determinación de los Pueblos. Por su parte, en 1822 tuvo representación en el Congreso de la República. En sus inicios formó parte del departamento de Trujillo, luego de la Libertad, hasta el año 1855, cuando fue creado el departamento de Cajamarca, al que pertenece.

Potencialidades   aún por explotar
La ciudad de Jaén de Bracamoros cuenta con numerosas potencialidades y sus posibilidades de crecimiento son muy significativas, que posibilitarían el avance y el desarrollo esperados para esta tierra. El crecimiento urbanístico ha sido desordenado y sin un criterio establecido. No existe el asfaltado en su calles y las más afortunadas, las principales arterias de la ciudad, cuentan con piso de cemento, aunque la mayoría son de tierra. El centro de la población es la Plaza de Armas, en la que se ubican la sede de la Municipalidad Provincial —el equivalente al Ayuntamiento español— y la Catedral. En su entorno, hay un amplio desarrollo comercial, que supone un importante peso económico para la ciudad. De hecho, los establecimientos permanecen abiertos desde las nueve de la mañana, aproximadamente, hasta las diez de la noche, fines de semana incluidos. Es precisamente en estos dos días, sábado y domingo, cuando se incrementan de forma significativa las ventas.

La importancia de la Universidad de Jaén
Los jaenos tienen puestas sus esperanzas en la Universidad de Jaén, cuya aprobación se llevó a cabo por el Congreso de la República del Perú el pasado año, gracias al empeño del congresista Eduardo Espinoza, nacido en el distrito de Colasay, en la provincia de Jaén. Las previsiones apuntan a que sea el próximo mes de marzo de la año 2011 cuando comience a impartir las cinco carreras con las que contará. Se pretende que la población joven no tenga que emigrar, por lo que las titulaciones se han vinculado al desarrollo de la tierra y buscan crear expectativas laborales y económicas. Actualmente, hay  sedes de las universidades de Cajamarca y de Chiclayo, esta última de carácter privado. En cuanto a los centros educativos, funcionan el Jaén de Bracamoros, el Alfonso Villanueva Pinillos, el San Luis Gonzaga “Fe y alegría 22”, el Víctor Raúl Haya de la Torre, el colegio Sagrado Corazón de Jesús, el Alfonso Arana Vidal, el centro educativo San Silvestre y la Escuela de Aplicación. Entre tres y cuatro de cada cien alumnos llegan cursar una carrera.
lleva a jaen en el corazon


Devotos del Señor  de Huamantanga
Aunque el primer patrón de la ciudad fue San Leandro, actualmente el patronazgo recae en el Señor de Huamantanga, un crucificado al que se le profesa una devoción similar a la de Nuestro Padre Jesús “El Abuelo” en Jaén. Su fiesta es la más importante de la ciudad y se celebra con el 14 de septiembre. La sociedad jaena es católica y muy practicante, aunque también hay presencia de evangelistas. El vicariato apostólico de San Francisco Javier comprende  las provincias de Jaén, San Ignacio, Condorcanqui, Chirinos y Aramango. La Catedral de Jaén de Bracamoros es un orgullo para los jaenenses; de hecho, forma parte del escudo de la ciudad. Fue construida en 1962 por el arquitecto Carlos Remar Arana. En la antigua capilla, que fue derrumbada, se construyeron los salones parroquiales de la catedral. 

Atractivos lugares  para conocer
Los principales atractivos de la ciudad y su ámbito tienen mucho que ver con el ecoturismo. El Área de Conservación Municipal Bosque  Señor  de Huamantanga está poblada de bosques naturales con especies vegetales y animales de gran valor, con parajes de gran belleza. También es interesante conocer el río Marañón, que desemboca en el Amazonas y que pasa cerca del actual Jaén y una visita al proyecto Gotas de Agua sorprenderá al viajero. Por su parte, otro activo lugar para conocer es el Jardín Botánico Missouri. En el Museo Hermógenes Mejía Solf invita a viajar al pasado. tambien tenemos un reciente hallazgo en el sector de montegrande descubren restos arqueologicos en jaen - cajamarca

Descubriendo jaen 2ºº parte 

Descubriendo jaen 3ºº parteDescubriendo jaen 3º parte


Vías de comunicación con el resto del país
Jaén dispone de dos carreteras con categoría de Red Vial Nacional. El Eje Vial Transversal del Norte empalma con la Panamericana a la altura de Olmos, en el departamento de Lambayeque, y conecta con Pucará-Chamaya- Puente 24 de julio, siguiendo hacia Bagua. Por su parte, el Eje Vial IV va desde el Cruche Chamaya-Jaén-San Ignacio con perspectiva internacional.